El último lanzamiento del guitarrista Pablo Garibay por transparentestudio, que abarca autores contemporáneos mexicanos dentro de un espectro muy amplio que va de la música popular hasta música con medios electrónicos. Agradecimiento al CMMAS y a la Facultad de Música de la UNAM
Música Popular con medios electrónicos: Compositores con grandes trayectorias como García de León, Sigal, Vázquez, Tamez, Barreiro y Ritter conforman esta producción discográfica que retrata el sentir de Pablo Garibay hacia la música Mexicana de nuestros días.
Ni lo pienses, para guitarra sola, fue escrita para el "Primer Encuentro Cubano-Mexicano de Guitarra" organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la Ciudad de México en 1981. Celebra la proximidad de Veracruz con sus vecinos caribeños, en especial Cuba. Fusiona elementos de la música cubana con la veracruzana (danzón, rumba, chachachá, mambo, con el son Jarocho), usando sonoridades explorativas propias del instrumento, muy recurrentes en ese momento y motivos rítmicos, melódicos y armónicos sobre todo de la vanguardia cubana. Está dedicada a todos los músicos cubanos y mexicanos que participaron en ese encuentro.
La Sonata 1 para guitarra sola (1992) de Hebert Vázquez es una pieza construida sobre dos movimientos contrastantes. El primero es una interpretación libre de la forma sonata (Allegro de Sonata) con re-exposición abreviada (sin la sección de segundos temas) y variada desde el punto de vista de los recursos instrumentales implicados; mientras que el segundo es un intenso movimiento perpetuo de carácter incisivo y virtuosístico, tipo toccata. La pieza está dedicada al guitarrista Gonzalo Salazar.
La guajira es un género con un carácter cadencioso que representa a la música campesina de Cuba. Debido a la estancia de Tamez en Los Folkloristas y sus visitas a la isla pudo familiarizarse con este ritmo, que lo motiva a componer una obra basada en su esencia. La obra está dedicada a Rubén Ortiz, gran conocedor de la música de América Latina.
El vocablo Atravesado alude a una forma intuitiva de los músicos populares para llamar así a una obra o pasaje musical que contiene síncopas y alteraciones rítmicas que cambian constantemente la métrica o de formas rítmicas caprichosas y sorpresivas. Esta obra, que está dedicada a Leo Brouwer, es preponderantemente vertiginosa y está impregnada de elementos de sones montuno y mexicano.
La noche de las ranas para guitarra sola de Tomás Barreiro, es una obra que utiliza principios básicos de retórica para articular sus partes en un discurso musical. Tiene seis partes, y en una de ellas se incluye una cita a la canción zapoteca Macochi pitentzin. El lenguaje usado en esta obra se deriva del uso de clusters y armonía secundal, explorando rasgueos y armónicos naturales, que son muy comunes en el idioma de la guitarra contemporánea.
Sinapsis para guitarrista interactivo y electrónica, fue un encargo del Ensamble Nomad de Japón y su guitarrista y director Norio Sato a quién la pieza está dedicada. LA obra pretende explorar aproximaciones distintas a las posibilidades que el intérprete reaccione a las instrucciones y sonidos que la computadora le envía y complemente las interacciones con la electroacústica fija. Invirtiendo el procesamiento en tiempo real que pasa de ser responsabilidad del computador a serlo del guitarrista, Sinapsis pretende tener caminos sonoros siempre diferentes pero que culminen en el mismo lugar.
Los 4 elementos: el aire, el agua, la tierra y el fuego se presentan a veces separados, mezclados, o se alteran unos a otros... Este estudio es una exploración del fenómeno, pero con cuatro elementos musicales.
De las Tres Piezas para Guitarra, las primeras dos "Preludio" y "Con Sabor" fueron dedicadas a Marco Antonio Anguiano, y la tercera "Jaleo" está dedicada a Jorge Miller. En cuanto a la forma de las piezas es evidente una claridad y simpleza en su construcción, en momentos utilizando pequeñas formas binarias o ternarias en sus secciones. En cuanto al lenguaje armónico, se utiliza armonía modal con repentinos giros cromáticos. Su pronunciado carácter rítmico y dancístico denota influencia de música afro-latina, rock y jazz. Así mismo la textura contrapuntística de la tercera pieza "Jaleo" nos trae ecos de la música barroca.